Un PSOE + global

La crisis ha hecho saltar por los aires los esquemas políticos del siglo XX y los errores que provocaron los grandes conflictos bélicos mundiales vuelven a repetirse. El modelo económico diseñado en Bretton Woods en 1944, ya no se basa en las necesidades humanas.

De la cumbre del G20 de 2008 en Washington a la de 2016 en Hangzhou, las mismas cuestiones se vuelven a reivindicar. Hoy el capitalismo no necesita del comercio ni del consumo. Tampoco entiende de gobiernos ni de naciones. Los beneficios lo lideran las grandes corporaciones en los mercados. Su fuerza productiva se basa en la optimización de sus algoritmos financieros que operan en tiempo real y su rentabilidad está blindada en islas de felicidad fiscal sin un gobierno global elegido democráticamente que lo supervise.

Y en este contexto ¿tiene sentido la socialdemocracia? Hoy más que nunca, pero el campo de batalla ha superado cualquier frontera. Una nueva Internacional Socialista debería proponer un nuevo modelo de gobernanza global que recupere más democracia y donde las personas sean las protagonistas.

Lamentablemente la política para millones de personas, se está convirtiendo en una simple anécdota cotidiana en la sociedad del espectáculo. Día tras día, ganan adeptos quienes la convierten en un patético show frente a las cámaras de televisión con el exabrupto más llamativo o la actuación más esperpéntica dentro o fuera de las instituciones.

En la nueva política del entretenimiento, el populismo es un arte; la ideología del egoísmo, un punto de encuentro para el proteccionismo, el nacionalismo y la xenofobia. La demagogia, el instrumento falaz más útil para reducir la política a una distracción, en unas democracias nacionales cada vez más alejadas de la única solución: el gobierno mundial.

Y en este marco, ¿el PSOE? En mi opinión no debe girar a izquierda o a derecha y menos aún arriba o abajo, simplemente debe girar hacia la realidad. Deberíamos huir de esa nueva política del entretenimiento, del populismo orgánico e institucional, y pensar en ser útiles a las personas.

Mi Partido con su historia, debe impulsar ese nuevo movimiento internacional que trabaje para crear un modelo más justo. Los principios y valores que lo vieron nacer hace 137 años tienen hoy más sentido que nunca.

La socialdemocracia no puede doblegarse. Hay que trabajar en equipo, pensar en lo colectivo, diseñar modelos de partido que huyan del culto al personalismo y el adanismo político, y nos aleje de esa moda más cercana a un club de fans y nos acerque a la resolución de los problemas.

Nuestro pensamiento volverá a brotar con fuerza entre las rocas, porque es imprescindible para los millones de personas que sufren en nuestro país, en nuestro planeta. Ese es el camino.

José Cepeda es periodista, senador del PSOE y miembro del Consejo de Europa.

Cepeda, J. (2017) Un PSOE + Global. El País. Recuperado de https://elpais.com/ccaa/2017/01/15/madrid/1484486099_483789.html

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